Cuarto taller nacional del proyecto Democrat: Presentación de herramientas de evaluación de Competencias de Ciudadanía Democrática Responsable

Por Alba Molas

Impartido por el equipo Democrat en colaboración con el IDP (Instituto de Desarrollo Profesional), el dia 26 de noviembre de 2024 se realizó, en formato telemático, el segundo taller de formación. El taller, que iba dirigido al profesorado interesado en Educación Cívica y Educación para la democracia (primaria y secundaria), contó con la asistencia de 22 personas (de Cataluña, España y Latinoamérica), procedentes de centros educativos de primaria, secundaria, universidades y asociaciones educativas.

Los objetivos del taller eran, por un lado, presentar las herramientas para evaluar el desempeño del alumnado en las cuatro áreas clave de competencias de la Ciudadanía Democrática Responsable descritas en el proyecto Democrat: participación solidaria, deliberación, juicio y pensamiento crítico y resiliencia democrática (Gráfico 1). Y, especialmente, fomentar el debate entre los y las participantes e intercambiar opiniones acerca de las herramientas presentadas.

Se destacó la importancia de la participación de los centros educativos para el proyecto Democrat. Las escuelas son fundamentales para trabajar nuevos enfoques de educación para la democracia. Actualmente, hay más de 30 escuelas que están colaborando con el proyecto entre todos los países del consorcio. En España, concretamente, participan siete centros educativos de Cataluña, una escuela de la Comunidad Valenciana y otro centro educativo de Madrid.

Estos encuentros ofrecen la posibilidad de compartir ideas, experiencias y metodologías utilizadas en el aula. En esta ocasión, se puso el foco en analizar y comentar las herramientas de Evaluación de competencias CDR (véase Gráfico 2) y cómo se pueden afinar y adaptar a los distintos niveles escolares.

Las herramientas de Evaluación de competencias CDR se basan en dos cuestionarios:

  1. Herramienta de evaluación del profesorado: Esta parte está diseñada para ayudar a las y los educadores a evaluar las competencias de CDR del alumnado a nivel de clase o grupo, y, opcionalmente, a nivel individual.
  2. Herramienta de autoevaluación del estudiante: Esta sección proporciona a las y los estudiantes una herramienta de autoevaluación para evaluar sus niveles de competencia.

Estas herramientas no son definitivas, están en progreso constante y se van adaptando y modificando a través del diálogo y la colaboración con la comunidad educativa. La experiencia y las opiniones del profesorado son necesarias para desarrollar y afinar la metodología de evaluación y valorar su eficacia para conseguir los resultados deseados.

Si hay sugerencias de mejora o simplificación se abre el abanico de las propuestas que se pueden facilitar a la comunidad educativa, porque el objetivo es que esta herramienta sea flexible y adaptable a las escuelas y que sirva realmente para medir su progreso en la transmisión de las competencias.

El taller combinó exposiciones teóricas con dinámicas grupales. Los participantes trabajaron separados en dos grupos: un grupo de educación primaria y otro de educación secundaria, para valorar y comentar la metodología y las herramientas presentadas.

En este sentido y, siguiendo con la estrategia de cocreación del proyecto Democrat, se invitó a los y las participantes a expresar sus opiniones acerca de los cuestionarios, formulando preguntas sobre: “La utilidad de la herramienta de evaluación de las competencias para el alumnado”, “Problemas y obstáculos para implementar la herramienta de evaluación de competencias” o “El papel del alumnado en la autoevaluación de sus propias competencias”.

De la puesta en común del trabajo en grupos, se desprende que la evaluación de las competencias democráticas del alumnado no es sencilla. Implica enfoques diferentes, especialmente en cuanto al contenido y la forma de llevar a cabo la evaluación y el nivel educativo al que se evalúa.

Valoración de la herramienta del grupo de nivel de primaria

La herramienta de evaluación presentada por Democrat se considera demasiado extensa y bastante compleja para el alumnado de primaria. Por ello, se ve necesario simplificar y adaptar el cuestionario a dicho nivel. Se puso como ejemplo la propuesta de una escuela de infantil y primaria adaptada a su alumnado.

Sobre esta propuesta surgen comentarios en relación con el diseño de los cuestionarios y la importancia de la visualización. Utilizar símbolos (por ejemplo, caras) puede condicionar las respuestas. Los colores pueden dificultar el identificarse con las emociones. Una idea interesante que surge es implicar al alumnado en la elaboración del cuestionario, dialogar y reflexionar sobre sus necesidades.

Se resalta que los cuestionarios, además de ser una herramienta de evaluación, pueden ser útiles como herramienta de trabajo dentro del aula para discutir temas relacionados con la democracia. Se considera una herramienta ambivalente en cuanto a que tiene la capacidad para recoger datos, pero también para fomentar la reflexión entre el alumnado.  Se trata de una herramienta flexible que, como una fotografía, muestra la situación del alumnado en un momento determinado; es un punto de partida, solo una pequeña parte de toda la evaluación.

Además, algunas voces opinan que para valorar realmente las intervenciones que realizan en sus escuelas es necesario tener en cuenta la opinión de entidades que colaboran con ellas o, por ejemplo, hacer cuestionarios de satisfacción de las familias. Esto abre un abanico de posibles herramientas de evaluación adaptadas a la temática que trabaja cada centro educativo. Aunque para comparar las diferentes intervenciones entre todas las escuelas se necesita una cierta homogeneidad en cuanto a dichas herramientas.

 

Valoración de la herramienta del grupo de secundaria

El análisis de la herramienta se centró en distintas cuestiones. Por una parte, se considera que el planteamiento de los niveles de competencia es demasiado secuencial, del nivel más bajo al nivel más alto y se propone desordenar las opciones para evitar respuestas automáticas, sabiendo que la última opción es la mejor. Por otra, se sugirió utilizar un vocabulario más cercano al alumnado.

Una aportación común con el grupo de primaria fue considerar que la propia herramienta de evaluación puede ser parte del proceso de aprendizaje; preguntando al alumnado por su opinión, y sugerencias de mejora. Siendo así que el propio grupo objetivo se convierte a su vez en codiseñador de las herramientas de evaluación.

Una propuesta alternativa o complementaria a los cuestionarios, sugirió, como herramienta de aprendizaje, realizar una consulta que contenga todas las cuestiones que se quieren tratar, para generar algo que sea colectivo en grupo, y no tan individual.

 

Principales conclusiones del taller

De la puesta en común del trabajo en grupos, se desprende que la evaluación de las competencias democráticas del alumnado no es sencilla. Implica enfoques diferentes, especialmente en cuanto al contenido y la forma de llevar a cabo la evaluación y al nivel educativo al que se evalúa.

Una primera conclusión del grupo de primaria es la necesidad de simplificar y adaptar el cuestionario al alumnado de primaria y centrar las preguntas, en la medida de lo posible, en el proyecto que lleva a cabo cada centro educativo. Asimismo, la visualización es importante para que el alumnado se sienta identificado y, por otro lado, el lenguaje debería ser sencillo y adaptado a las características del alumnado.

Desde el grupo de secundaria, se propone desordenar las opciones y niveles de respuesta del cuestionario para evitar respuestas automáticas y favorecer la reflexión del alumnado.

También, se propone implicar al alumnado y a las familias en la elaboración del cuestionario para facilitar el diálogo y la reflexión, haciéndolos codiseñadores de las herramientas de evaluación. Esto permitiría evaluar el nivel de complejidad y la familiaridad con el lenguaje de la herramienta.

Una idea que destaca entre los distintos grupos es considerar el cuestionario en sí mismo como una herramienta de aprendizaje y discusión con el alumnado sobre la democracia que se trabaja y evoluciona a lo largo de la intervención. Esto plantea la cuestión de la flexibilidad de la herramienta, que puede cambiar y progresar constantemente. Sin embargo, es necesaria cierta homogeneidad del cuestionario para hacer una comparativa de las intervenciones de las diferentes escuelas que participan en el proyecto.

Además de este, algunas escuelas plantean la necesidad de realizar evaluaciones complementarias, por ejemplo, a las familias y entidades que colaboran en su proyecto local, para valorar el funcionamiento real de las intervenciones. Sin duda, este trabajo que realizan estas escuelas sería muy beneficioso para el proyecto Democrat y la caja de herramientas final.

Una aportación al debate fue la idea de que, como en las democracias participativas, se debe tender a la evaluación conjunta, grupal. Un ejemplo sería realizar una consulta colectiva en lugar de los cuestionarios, que son más individuales. Teniendo en mente que las competencias hay que evaluarlas, pensar más en términos de colaboración.


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